Año tras año es lo mismo. Después del catorce de febrero, te haces la promesa de que el próximo será el bueno. Lo dices desde hace casi una década y veo como vas de uno a otro y en ninguno me encuentras. Espero el momento que te detengas, abras los ojos y me veas. No es tiempo de confesiones. Podría haberte hablado, pero solo soy un muñeco, condenado a verte sufrir por amor. Tal vez nunca sepas que, con un beso, me hubieras traído de nuevo a la vida; a tú vida.
#Reto5Líneas mes de marzo. (Mismo, década y confesiones).